Me gustaría decirte
Hoy no tuve la oportunidad de sostener una larga conversación con Miriam; fueron pequeñas charlas, bromas, intercambio de ideas, muy resumidas y cortas.
Siento todavía dentro de mí muchos deseos de conversar, de hablar, de intercambiar pensamientos, de imaginar y proyectar. La verdad es que tengo muchas cosas en mi cabeza, pero lamentablemente la depresión y la tristeza siguen estando presentes, aunque camufladas. Me gustaría decir que han desaparecido por completo, pero no es así. Sin embargo, también siento felicidad, porque el sufrimiento no es el mismo que antes. La depresión ha disminuido; considero que he mitigado este dolor a la mitad.
El podcast ha surtido efecto; las palabras de la hermana han calado profundamente en mi ser y han sembrado la semilla de la esperanza para poder cambiar. Gracias a Dios pude escuchar ese audio que ha cambiado mi forma de ver la vida, haciéndome consciente de que debo disfrutar el momento y dejar de preocuparme por el pasado o el futuro, aunque a veces mi humanidad ceda ante tales situaciones. Pero soy un guerrero y lucho constantemente contra ello; mis ganas y deseos de cambiar la situación me dan fuerza y esperanza en un nuevo comienzo.
Me gustaría decirte tantas cosas, Miriam, pero tu indiferencia, apatía y falta de amor hacia mí me mantienen en silencio. No puedo insistir constantemente sobre nuestra situación. Te amo con todo mi ser, y quizás decir que te amo es poco; te llevo en el alma, en mi corazón, estás constantemente en mis pensamientos. Me hubiera gustado expresártelo cuando estuviste a mi lado hace unos minutos, cuando te jale. Entiendo que te desconcierte y te cause tristeza el hecho de que yo tenga que traerte a mí para tenerte cerca y disfrutar de tu presencia. Pero soy consciente de que estás bien con tus amigas y tu vida, y que tal vez eso es lo que me entristece.
Desde que escuché el audio, solo he pensado en decirte que te amo, que vuelvas conmigo, que nos casemos y busquemos un futuro juntos al lado de Dios. Sin embargo, todos mis deseos y anhelos han sido apagados por tu decisión de no compartir tu vida conmigo. Debo respetar tu decisión, aunque no la comprenda del todo. Siento cada día en mi corazón el deseo de hablar, de expresarme, de decir lo que está pasando por mi cabeza. Ahora que la situación entre nosotros ha cambiado, mis deseos de cambiar las cosas también han cambiado para bien. Los valores son los pilares de una relación, y siempre estarás en mi interior y en mi corazón.
Quisiera que me escucharas por voluntad propia, y no porque estés obligada a hacerlo. Espero que el tiempo te haga darte cuenta de que soy tu felicidad, y que te des cuenta de que he sido feliz a tu lado. Lamentablemente, nos enfocamos demasiado en las cosas negativas de la relación, olvidando las positivas.
He dejado atrás la pena, la tristeza, la angustia y la ansiedad para poder disfrutar tranquilamente de la vida, de dar gracias a Dios por cada día, por la comida, por tener a alguien peleando a mi lado. Espero que no sea muy tarde cuando te des cuenta de que soy tu felicidad. Si llego a sacarte de mi vida, espero que algún día comprendas que fue porque me lastimabas demasiado. Siempre recuerda que cuando tengas una pareja, hazla tu prioridad, atiéndela, cocínale, dale amor, para que sea feliz.
Te deseo lo mejor, sin resentimientos, celos ni reclamos. Que te vaya bien.
Carlos Daniel
